En el barrio de Caballito, se encuentra un lote que fue adquirido por los dueños de la casa Virasoro con el objetivo de hacer una ampliación a su vivienda. Entre otros requerimientos, querían tener un quincho grande para hacer asados e invitar a la familia, un pequeño gimnasio para sus rutinas diarias y un estudio para él. La idea de proyecto fue integrar el nuevo proyecto de manera orgánica a la casa original.
Sobre la medianera, se dispusieron de forma lineal la cocina, la parrilla y los baños.
Frente al parque, por el contrario, se generaron quiebres en las carpinterías promoviendo una vista completamente abierta y permeable hacia el jardín.