Las pequeñas plazas Unamuno y Magaldi forman parte del sistema de espacio público recreativo del barrio de Barracas. De cierta manera, estas dos plazas parecieran estar escondidas en el tejido urbano.
Siguiendo esta lógica, se tomó una decisión de diseño que constituye una contribución a esta amalgama espacial: tratar a los dos espacios como un sistema común y darle prioridad al uso peatonal, restringiendo el tránsito vehicular con elevación de aceras y lomos de burro. Asimismo, se refuerza la identidad de las plazas a partir de la sencilla  nclusión de dos pérgolas de hormigón armado en cada oasis -que en Magaldi ocupan el centro de la escena y en Unamuno, los extremos- en una clara voluntad de hacer extensivo el “espacio plaza” hacia el resto del barrio.